Estás navidades se intensificarán los controles de los vehículos que circulen por las vías públicas emitiendo humos, perturbaciones electromagnéticas, acústicas o de cualquier otro tipo que puedan afectar a la seguridad vial o al medio ambiente. Según el Reglamento General de Circulación, los conductores de estos vehículos podrán ser sancionados con multas de hasta 200 euros y la inmovilización del vehículo hasta que se subsane la anomalía.
El Reglamento General de Vehículos a su vez establece que los vehículos deben cumplir unas condiciones técnicas que garanticen su adecuado funcionamiento y su menor incidencia ambiental. Entre estas condiciones se incluyen los límites de emisión de gases contaminantes, las normas de compatibilidad electromagnética y los niveles máximos de ruido. Asimismo, el Reglamento prohíbe el uso innecesario o abusivo del claxon, salvo en casos de emergencia o advertencia de peligro.
Esta medida se enmarca dentro de la labor de vigilancia y control del tráfico, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y la calidad de vida de los ciudadanos. Además, se ha recordado que los vehículos que emiten humos y ruidos molestos no solo suponen una infracción, sino también un riesgo para la salud y el medio ambiente.
La medida afecta a todos los tipos de vehículos, incluidos los eléctricos, que también deben cumplir las normas de emisión de ruido. Según un estudio del Instituto de Salud Carlos III de Madrid y del Instituto Global de Salud de Barcelona, el ruido del tráfico es responsable de 16.600 muertes prematuras al año en la Unión Europea y afecta a la salud cardiovascular, el sueño y el aprendizaje.
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