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Hypermiling. Técnicas para ahorrar combustible.

Seguro que has oído hablar muchas veces de la conducción eficiente. La palabra anticipación igual te suena, pero claro, la anticipación es complicada de aplicar como queremos, ya que existen factores imprevistos que impiden hacer un correcto uso de la anticipación.

Aquí vamos a hablar de energía, de cómo nuestro vehículo utiliza el combustible, que posee energía, para convertirlo en movimiento, que es otro tipo de energía.

Tenemos que entender también que ese movimiento se ve contrarrestado por una serie de fuerzas que actúan en contra del avance de nuestro vehículo, esas fuerzas son por ejemplo la pendiente, la resistencia aerodinámica, el rozamiento de los neumáticos con el asfalto y contra estas fuerzas «poco» podemos hacer, en cambio la fuerza más utilizada que se opone al avance de un vehículo es la fuerza de frenado y contra esta si podemos usar la cabeza.

Conviértete en un Hypermiler.

Primer capítulo: La fuerza de frenado.

La fuerza de frenado actúa convirtiendo el movimiento de nuestro vehículo en energía calorífica que se transmite a los discos y pastillas de freno. Cada vez que usamos los frenos estamos tirando a la basura, literalmente, la energía.

Por lo tanto, si yo te hablo de anticipación puede ser que te suene a chino, pero si te digo que utilices los frenos lo menos posible porque cada vez que los usas derrochas energía, ese idioma ya es más conocido.

Trasladando esto al mundo real, si vemos un semáforo en rojo a lo lejos, una intersección o una retención y frenamos en el último momento, toda esa energía del movimiento de nuestro vehículo vamos a perderla por los frenos. En cambio si dejamos que el vehículo pierda velocidad progresivamente, esa energía se va a perder por las fuerzas que anteriormente indiqué, rozamiento, pendiente, aerodinámica, fuerzas de las que dijimos que contra ellas poco podíamos hacer. Pero la ventaja de esto va más allá.

Cuando más consumen nuestros vehículos es en el momento de iniciar la marcha. Tenemos que tener en cuenta que pretendemos mover miles de kilos desde velocidad cero. Con velocidad cero, el vehículo no tiene ningún tipo de inercia, es por esto que el consumo en esta etapa del movimiento es mayor, ya que la inercia es una de las pocas fuerzas que juegan a nuestro favor en cuestión de consumo.

Si llegamos con movimiento a un semáforo que se acaba de poner en verde, a una intersección a la que nos ha dado tiempo de adaptar nuestra velocidad para no tener que detenernos o a una retención cuando el vehículo de delante ya está comenzando a avanzar, el consumo de combustible será menor a la hora de aumentar nuestra velocidad, porque nuestro vehículo no partirá desde velocidad cero, ya que conservará algo de inercia. Pues bien, acabo de describir que es la anticipación.

Para resumir, recuerda, si la anticipación es difícil de entender, piensa que hacer un buen uso de los frenos implica mejorar la capacidad de anticipación, no tiene perdida.

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